Los de generaciones comprendidas entre los 70 y los 80, recordarán cuando accedieron a la primera web de la red. ¡Wow...! El hipnótico sonido del módem... Pero han pasado 20 años y aquí no triunfa lo vintage: TU WEB ESTÁ PASADA.
Diseñar y lanzar una nueva web no es tarea de un día para otro, seguro que ya se la has encargado a tu sobrino millenial, que es un crack con los ordenadores, o a alguna empresa informática que te ha cobrado un riñón, incluso lo has intentado tú mismo con los tutoriales de YouTube.
Te damos unos tips para que te centres en lo importante de cara a tu diseño web:
Usa papel y bolígrafo. Recopila y pon por escrito todo lo que quieres que aparezca en tu web, y prueba bocetos de diseño en folios. Te ayudará a tomar muchas decisiones antes de pasar a la parte digital.
Estructura el contenido de una forma sencilla y comprensible, para que cualquiera que llegue a tu web, pueda moverse cómodamente por ella. Te ayudará seguir con el papel y boli, agrupar por categorías lo que esté más relacionado, y luego podrás convertirlo en páginas o secciones dentro de tu web.
Asegúrate de que tu página web es accesible desde dispositivos móviles y tablets. Solemos diseñar sobre el ordenador, pero no se nos puede olvidar que la mayoría de las visitas web se hacen ya desde nuestros dispositivos de pantalla más reducida.
Facilita la navegación con botones tipo en cada una de tus sub-páginas. Si tus visitantes tienen que dar más de 3 clicks para llegar a la información que buscan, abandonarán. Intenta pensar como ellos, ¿qué datos tendrían que estar más a mano? Sitúalos en el pie de página o claramente en una página determinada.
Comprueba todos los enlaces y testea varias veces antes de lanzar la web. Da muy mala imagen pinchar botones que no funcionan o menús que no se abren o peor, que llevan a otro sitio. Paciencia y pruebas.
Equilibra texto e imágenes. Los usuarios de la red nos hemos vuelto muy perezosos para leer, y nos gusta tener mucha información de un solo vistazo. Intenta añadir gráficos, diagramas, infografías, tablas... que ayuden a representar lo que quieres decir. Tampoco dejes los textos en segundo plano, deben ser claros y explicativos, con tu personalidad y que respiren tu estilo de marca. Es bueno que el conjunto transmita orden, limpieza y cierta sensación de aire.
Incluye fotografías y algún vídeo. Lo ideal es que tus fotografías para la web hayan sido hechas por un profesional. La diferencia en calidad es máxima, y recuerda, tu web es como tu catálogo de servicios en internet. Invierte en estas fotos y lo agradecerás después. Ten cuidado con los vídeos que se reproducen de manera automática, son apasionantes pero puedes hacer que tu web pese demasiado y encuentre dificultades para ser abierta y navegada por otros. Y eso no es lo que quieres.
Visita otras páginas web para inspirarte. Recuerda que nunca te hablamos de copiar, pero internet democratizó el conocimiento para que estuviera al alcance de todos, así que ¡úsalo!
Optimiza el SEO. Llegamos a palabras mayores. Tranquilo, respira y vamos por pasos. Trabajar sobre el SEO es un trabajo metódico que se hace en las tripas de la web, asociando el contenido a tus palabras clave, esas con las que es más probable que te busquen en internet. Haremos una entrada específica sobre este tema. Pide ayuda si necesitas ponerte al día con este tema sin esperar más.
Piénsate muy bien si incluyes o no un apartado de blog en tu web. En principio tu web quedará estática tal y como la diseñes, aunque siempre puedas actualizar cualquiera de las partes, pero el blog requiere de una alimentación de publicaciones continúa para lucir saludable. Si no vas a tener tiempo para hacerlo, no lo incluyas. Un blog abandonado da una imagen de abandono general.
Hasta aquí algunos de nuestros tips para el diseño de tu web de negocio.
En breve una entrada específica para las webs de e-commerce o tienda online, porque vender por internet es una opción a tener muy en cuenta.
Como siempre, si necesitas ayuda con cualquiera de estas acciones, contacta con nosotros, ¡estaremos encantados de asesorarte!